La paradoja de Moravec
Cómo la percepción requiere más fuerza de computación que el razonamiento
Existen dos campos tecnológicos en expansión en los últimos años que pretenden replicar la capacidad de razonamiento y la percepción sensorial del ser humano: la inteligencia artificial y la robótica.
La inteligencia artificial trata de replicar el razonamiento humano mediante modelos de computación del lenguaje basados en ingentes cantidades de datos; mientras que la robótica pretende reproducir las habilidades sensoriales y motoras del ser humano usando sistemas ciber-físicos.
En la década de los 80, Hans Moravec, un investigador en robótica de la universidad Carnegie Mellon ubicada en Pittsburgh (Pensilvania), afirmó lo siguiente:
“Comparativamente es fácil conseguir que las computadoras muestren capacidades similares a las de un ser humano adulto en un test de inteligencia, y difícil o imposible lograr que posean las habilidades perceptivas y motrices de un bebé de un año.”
Por otro lado, el científico Marvin Leer Minsky, cofundador del laboratorio de inteligencia artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), observó que:
“En general, no somos conscientes de nuestras mejores habilidades; somos más conscientes de los pequeños procesos que nos cuestan que de los complejos que se realizan de forma fluida.”
La paradoja de Moravec 💡
El descubrimiento de Moravec en lo referente a los campos de la inteligencia artificial y de la robótica es anti-intuitivo, por lo que llegamos a una paradoja que aún hoy se cumple:
“La paradoja de Moravec describe una situación en la que las tareas que resultan difíciles para los humanos son relativamente fáciles de realizar para las máquinas, mientras que las tareas que son intuitivas y fáciles para los humanos, como el movimiento y la percepción, son extremadamente difíciles de implementar en sistemas de inteligencia artificial y robots.”
En esencia, la paradoja sugiere que las habilidades que los humanos hemos adquirido a través de millones de años de evolución, como el reconocimiento visual, la movilidad y la coordinación mano-ojo, requieren una gran cantidad de procesamiento subconsciente y son difíciles de replicar en máquinas. Por otro lado, las tareas que requieren razonamiento lógico y cálculo, como jugar al ajedrez o resolver problemas matemáticos complejos, son más fáciles de automatizar para las máquinas.
Ejemplo
Un robot puede aprender a jugar al ajedrez a nivel de gran maestro, pero tener dificultades para recoger una taza de té o caminar sobre un terreno irregular.
Una computadora puede analizar grandes cantidades de datos y realizar cálculos complejos, pero tener dificultades para identificar objetos en una imagen o comprender el lenguaje natural con la misma facilidad que un niño.
El caso del ejemplo se dio cuando se presentó al mundo el supercomputador Deep Blue, diseñado exclusivamente para jugar al ajedrez, que fue capaz de ganar al gran maestro del ajedrez y campeón del mundo Gary Kaspárov. Sin embargo los movimientos de las piezas sobre el tablero eran realizados por un operador humano.
Causas
La paradoja se debe en parte a la forma en que los humanos y las máquinas procesan la información. Los sistemas de inteligencia artificial se basan en algoritmos y datos, mientras que los humanos utilizan la intuición, la experiencia y la capacidad de adaptación para realizar tareas complejas.
La forma de aprendizaje de los modelos de inteligencia artificial se basa principalmente en el etiquetado de la información y en el establecimiento de correlaciones, mientras que las capacidades motoras de un robot requieren de muchos ensayos de prueba-error para poder ser calibradas debidamente así como de actuadores y motores complejos de elevado coste.
Impacto
La paradoja de Moravec plantea desafíos y oportunidades en el campo de la inteligencia artificial y la robótica. Por un lado, indica que se necesita un enfoque diferente para enseñar a las máquinas habilidades perceptivas y motoras. Por otro lado, sugiere que las máquinas pueden ser más eficientes en tareas que requieren razonamiento lógico y procesamiento de información.
En resumen, la paradoja de Moravec destaca la gran diferencia entre las habilidades que los humanos y las máquinas poseen y la dificultad de trasladar las habilidades intuitivas a las máquinas, mientras que las tareas complejas son más fáciles de automatizar.
El coste computacional del razonamiento 🧠
Es bien sabido que los nuevos modelos de inteligencia artificial consumen ingentes cantidades de energía y los centros de datos donde se procesan requieren de potentes sistemas de refrigeración.
El gasto energético de los modelos de inteligencia artificial
De acuerdo con la entidad de investigación sin ánimo de lucro Electric Power Research Institute1, una petición (request) a Chat-GPT consume 2.9 Wh mientras que una búsqueda tradicional (query) de Google requiere solo de 0.3 Wh. Con una estimación de 9.000 millones de búsquedas diarias, esto significaría una demanda media de 10 TWh de electricidad al año. Por tener un contexto para esta cifra, España consumió 249 TWh de electricidad en 2024.
El consumo energético del cerebro humano
El cerebro humano es un órgano voluminoso pero ligero que apenas supone un 2% de nuestro peso corporal, sin embargo, consume un 20% de la energía total.
El cerebro humano es una maravilla de la eficiencia energética. Con unos 100.000 millones de neuronas, sólo tiene 12 W de potencia, menos que una bombilla normal. En cambio, los requisitos energéticos de los sistemas de IA son asombrosos. Un procesador típico de ordenador portátil necesita unos 150 W de potencia, mientras que los superordenadores más rápidos del mundo utilizan más de 21 millones para todas sus aplicaciones, una de las cuales es la simulación de IA.2
El prodigio de un cerebro humano aun no ha podido ser replicado por ningún sistema artificial, algo lógica, ya que la evolución biológica se ha tomado millones de años para perfeccionar esta potente computadora que llevamos a bordo.
El milagro de la mano del ser humano 🤚🏻
Los prohombres del Renacimiento pusieron al ser humano en el centro de la concepción divina, considerándolo como el ser vivo más perfecto de la creación.

El naturista Charles Darwin, con su teoría de la evolución, demostró cómo las especies han evolucionado a lo largo de millones de años para adaptarse y sobrevivir a su entorno.
Si bien, gran parte del éxito de la evolución del ser humano que lo ha llevado a la cima del reino animal se debe a su capacidad de cooperación y su inteligencia, no es menos importante el desarrollo de sus habilidades manuales. Gracias a la transformación de los ancestros del ser humano en seres bípedos, las manos quedaron liberadas para poder tallar utensilios y herramientas.
La elevada complejidad anatómica y funcional de las manos no es lo suficientemente bien valorada hasta que uno se da cuenta de que las obras de arte más bellas se han escrito, cincelado o construido con ellas.
No hay mejor forma de ensalzar la extraordinaria motricidad de las manos que con unas pocas muestras de ejemplo.
El virtuosismo de los músicos
Mozart es el ser virtuoso por excelencia. Desde su niñez fue capaz de componer y de tocar las más bellas piezas musicales. El virtuosismo de Mozart cuando sus dedos volaban sobre el teclado tocando nota tras nota las más bellas melodías desencadenaba un disfrute sensorial.
La habilidad de tocar bien un instrumento se adquiere tras un largo y complejo proceso de aprendizaje donde las manos ejecutan unos movimientos de manera fluida sin que la mente piense en cada nota por separado sino en su composición armoniosa. Solo los mayores genios como Mozart conseguían recorrer este camino en muy poco tiempo gracias a su talento innato.
La maestría de los escultores
Cuando estuve en el año 2019 en Florencia pude apreciar de cerca la imponente y majestuosa figura del David de Miguel Ángel. La genialidad de este artista del Renacimiento italiano se manifestó en todo su esplendor cuando su inspiración le permitió liberar el cuerpo de David que estaba atrapado en un bloque monolítico de mármol. Su excelsa habilidad liberó de la piedra, golpe a golpe del martillo sobre el cincel, la deslumbrante figura que hoy podemos contemplar en la Galería de la Academia de Florencia. Su mente concibió la idea y sus manos ejecutaron la obra.
Sencillamente maravilloso.

El arte de la cirugía
La palabra quirófano es un neologismo formado a partir de raíces griegas que significa literalmente “lugar donde se muestra la mano”. Si hay un lugar donde la destreza manual tiene presencia es en un quirófano. El cirujano tras sus muchos años de formación teórica y práctica es capaz de operar sobre un corazón para conseguir que vuelva a latir.
De nuevo, las manos son las protagonistas de la historia.
La evolución social del ser humano 🤝🏻
El ser humano no solo ha evolucionado biológica y tecnológicamente. Su evolución social es otra vertiente digna de estudio. Uno de los anhelos del ser humano es ser libre y poder decidir en qué emplear su tiempo. Por desgracia, aun no existe una fórmula mágica para alcanzar esa meta más que confiar en que las máquinas pueden realizar aquellas tareas rutinarias y de esfuerzo físico que las personas no estén dispuestas a hacer.
La robótica y la inteligencia artificial tienen como principal objetivo lograr que el ser humano se libere de estas rutinas y tareas para que se pueda dedicar a metas más plenas, como el desarrollo del conocimiento y la creatividad.
En el siguiente artículo explico las tres evoluciones experimentadas por el ser humano: biológica, tecnológica y social.
Trabajos reemplazables por la inteligencia artificial y por la robótica
Cuando veo desde la ventana de mi oficina al jardinero podando los setos y cortando el césped, me doy cuenta de cuan lejos está su profesión de ser aniquilada por la inteligencia artificial. Lo mismo ocurre cuando observo a cualquier artesano fabricando un producto único al que otorga una entidad propia.
Las profesiones más susceptibles de ser reemplazadas por un algoritmo de inteligencia artificial son todas aquellas que impliquen tareas repetitivas o rutinarias, como cajeros de bancos, teleoperadores, administrativos, almaceneros, programadores, analistas de datos o conductores de vehículos.
Otras profesiones como el periodismo, la traducción o la contabilidad están igualmente en riesgo sistémico de ser reemplazadas y mejoradas por la inteligencia artificial.
Por otro lado, nadie hoy en día forja a fuego un cuchillo a base de martillazos ni pinta manualmente la carrocería de un coche en un fábrica de automóviles. Muchos de los trabajos industriales más repetitivos, duros y exigentes físicamente han sido reemplazados progresivamente por la automatización y la robótica.
La revolución industrial a finales del siglo XVIII fue el primer hito en el desarrollo tecnológico. La era de la inteligencia artificial y la robótica, que puede provocar un tsunami laboral en forma de millones de despidos, es la nueva realidad de siglo XXI.
Se está produciendo una nueva adaptación del ser humano a su entorno laboral, un nuevo entorno en el que las fábricas estarán a oscuras porque ya no habrá operadores humanos en ellas.
Dark Factory: No Worker, No Light
Conclusiones ✒️
La paradoja de Moravec fue planteada en los años 80. Sin embargo, hoy sigue vigente en parte debido a que la brecha entre lo racional y lo sensorial no se ha cerrado.
De momento, cientos de millones de personas se levantan cada día para ir a sus puestos de trabajo dentro del complejo engranaje de la economía. Aunque las capacidades intelectuales del ser humano ya están comprometidas y en seria competencia con los sistemas basados en inteligencia artificial, las capacidades sensoriales y motoras de las personas aún no han sido reemplazadas plenamente por los sistemas robóticos. Probablemente, los robots humanoides, que piensan y hacen de manera autónoma ciertas tareas programadas, se presentan ya como el siguiente paso lógico en la evolución tecnológica del ser humano.
La cuestión es cuánto tiempo queda para que se produzca este reemplazo definitivo de las personas por las máquinas. Nadie conoce aun bien todas las implicaciones y consecuencias de ello.
Gracias por leer el primer artículo de la nueva sección “Mundo tecnológico”.
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El Electric Power Research Institute (EPRI, en español: «Instituto de Investigación de Energía Eléctrica») es un instituto que realiza investigaciones sobre temas de interés de la industria de la energía eléctrica en Estados Unidos.
Información extraída del artículo científico “Energy Efficiency in Artificial and Biological Intelligence” cuyo link al mismo es: https://blog.neurozone.com/energy-efficiency-in-artificial-and-biological-intelligence
Excelente reflexión e interesante la paradoja de Moravec, que desconocía. Pienso que es muy acertado la dualidad AI y robótica asociadas a actividades humanas distintas. Espero que queden actividades que ni la AI ni la robótica puedan realizar sólas pero que junto con los humanos permita a los tres llevar a cabo un salto cualitativo y cuantitativo en la mejora del mundo.
No obstante me pregunto si los valores de la raza humana como la solidaridad, la crítica, el esfuerzo, la verdad, la coherencia, la sinceridad, ... se van a poder mantener en este nuevo escenerio...