La presente reflexión parte de una frase tremendamente descriptiva de cómo hemos evolucionado los seres humanos.
“El verdadero problema de la humanidad es que tenemos mentes paleolíticas, sociedades medievales y tecnologías propias de los dioses“
Esta frase fue pronunciada por el entomólogo y biólogo estadounidense Edward Osborne Wilson, conocido por su trabajo en evolución humana y sociobiología.
La biología nos determina genéticamente 🧬
El ser humano está condicionado por sus dos instintos más profundos, la supervivencia y la reproducción.
La naturaleza es hostil y el ser humano trata de sobrevivir en ella mediante la perpetuación de su especie desde tiempos prehistóricos. Nada ha cambiado desde entonces.
Todos los sesgos cognitivos que nos acompañan, como la aversión a las pérdidas o la necesidad de confirmación con otros miembros de la manada, están grabados en nuestros genes y tienen su raíz en los instintos.
En tiempos prehistóricos, el ser humano tenía que cazar, pescar o recolectar frutos para proveerse de alimentos nutritivos y buscar refugio para resguardarse de las inclemencias meteorológicas.
En el siglo XXI, nuestro cerebro sigue estando codificado para sentir placer ante los sabores y olores que la naturaleza proveía con escasez en tiempos del paleolítico. Por eso nos gusta tanto el sabor del azúcar, la sal o las grasas.
De hecho, la base de las adicciones está en la búsqueda de estímulos que generen placer. El ser humano se ha vuelto tan dependiente de las endorfinas que vicios como el uso del teléfono móvil o el consumo de videojuegos han esclavizado más que liberado a las personas.
El uso de las redes sociales y de ciertas técnicas publicitarias busca explotar el abismo abierto entre nuestra mente paleolítica y la sensación de poder que otorga tener todo al alcance de la mano de manera inmediata. Un clic de ratón o un toque de pantalla bastan para satisfacer gran parte de nuestros deseos. La frustración de no poder hacerlo, pone de manifiesto nuestra esclavitud hacia la inmediatez y la recompensa fácil.
En resumen, la evolución biológica del ser humano ha sido prácticamente inexistente. Nuestro ancestro más lejano, el Australopithecus, no difiere mucho biológicamente del Homo Digitalis del siglo XXI.
La sociedad nos condiciona con sus leyes y reglas 🏛️
El ser humano es un ser social que mediante la cooperación con sus semejantes ha evolucionado progresivamente.
Las instituciones y organizaciones surgieron como medios para dotar a la humanidad de un conjunto de leyes, reglas y convenciones sociales y culturales que facilitaron y fomentaron la cooperación.
El dinero es el mejor ejemplo de artificio social creado por el ser humano. Gracias a la aceptación de las monedas y los billetes como medios de intercambio de valor, la sociedad ha podido desarrollarse en su conjunto financiando las actividades e iniciativas humanas.
Por otra lado, la convivencia del ser humano ha pasado por diferentes esquemas grupales a lo largo de la historia. Las tribus prehistóricas se agrupaban en clanes familiares para cooperar en busca de alimentos y refugio; los agricultores, ganaderos y artesanos medievales se juntaron en aldeas para poder mercadear en la plaza del pueblo con sus productos; los ciudadanos modernos hoy se concentran en grandes urbes donde obtienen servicios tales como sanidad o educación.
Todos los colectivos sociales siempre han estado regidos por alguna forma de gobierno de la manada: machos alfas, reyes, dictadores o presidentes democráticos según la época histórica.
Los estados de derecho modernos, base de las democracias actuales, son la consecuencia de una lenta evolución de la sociedad que ha logrado superar numerosos conflictos y guerras. Las instituciones y organizaciones modernas son el último eslabón de una cadena de pruebas de diversas formas de gobierno hasta encontrar la más óptima y eficiente por ahora.
Aunque los regímenes políticos autoritarios o los dogmas religiosos impusieron, y aún imponen, muchas trabas en el desarrollo social, normalmente todos ellos terminaron con una revolución o sublevación del pueblo. Con el derrocamiento de estos regímenes opresores, prácticas como la censura o la promulgación de leyes represivas contra la libertad de expresión, que frenaron el progreso del conocimiento durante siglos, llegaron a su fin.
Los principios liberales y capitalistas que rigen hoy en los países más avanzados han sido la consecuencia de los experimentos fallidos anteriores.
Concretando, la evolución de la sociedad ha sido lenta. Su desarrollo ha sido lineal en el marco temporal de los siglos. El ser humano, como ser social, ha necesitado siempre de la interacción con sus pares para evolucionar a través de la cooperación. Sin embargo, la poca flexibilidad de la sociedad, en muchas ocasiones, ha limitado su potencial.
La tecnología nos permite alcanzar nuevas metas 🚀
El ser humano es inteligente y posee destrezas y habilidades que le permiten crear y usar tecnología.
La tecnología es el resultado de la aplicación de la ciencia y ha permitido al ser humano alcanzar metas superiores que la naturaleza no provee.
La naturaleza no nos proveyó de alas para volar ni de aparatos para ir al espacio. Sin embargo, el ser humano ha sido capaz de desarrollar aviones y cohetes en el siglo XX.
Avances en campos tales como la medicina, el transporte o las telecomunicaciones han sido esenciales para mejorar la calidad de vida de las personas. Desde descifrar el ADN para poder curar enfermedades como el cáncer hasta lanzar sondas a otros planetas para explorar el cosmos, la gama de tecnologías aplicables hoy es casi infinita.
Bastaría con traer de nuevo a la vida a Julio Verne, escritor y gran visionario del siglo XIX, para confirmar que sus sueños se han hecho realidad en forma de aviones, submarinos o transbordadores espaciales.
A modo de síntesis, la evolución tecnológica, sin duda, ha sido exponencial. La aplicación de la ciencia es la responsable del desarrollo expansivo de las cualidades y destrezas del ser humano. La realidad es que cuando la ciencia se liberó de los sesgos políticos y religiosos, la explosión de la tecnología resultó abrumadora.
Conclusiones ✒️
Nuestro cerebro se enfrenta hoy a 3 evoluciones paralelas que transcurren a velocidades diferentes. Biología, sociedad y tecnología determinan lo que somos y condicionan cada aspecto de nuestras vidas.
La mayor parte de las veces no somos conscientes de cuánto conocimiento y desarrollo hay detrás de cada avance tecnológico. Miles o millones de personas han contribuido, superando los condicionamientos biológicos y las limitaciones sociales, al desarrollo de gadgets tecnológicos (teléfonos móviles), nuevos materiales (grafeno) y vacunas (viruela) y más recientemente a la explosión de la inteligencia artificial.
Del palo al móvil, pasando por la espada.
Del uso de la fuerza al de la palabra, superando la censura.
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Gracias Alberto, muy interesante y enriquecedor, valoro con muchos Bitcoins tus explicaciones y reflexiones 👍